Pasan los días
y los lugares...
El tiempo se mide en pasos,
en escaleras subidas
y bajadas,
en trenes ke se tambalean
y en zapatillas gastadas...
La mochila pesa, pero no te va a salvar del infierno ke llevás adentro tuyo...
No.
Saber ser ignorante te va a salvar
de no saber.
Hay ke transitar
y entender,
pero nates ke entender al mundo ke pensás ke te rodea,
hay ke entenderse a uno mismo.
Subite a diezmil aviones,
tomate infinitos trenes,
recorré distancias impensables...
Escalá montañas,
movelas con la fé,
enamorá a todas las doncellas,
saltá en bungie,
eskiá en el himalaya,
rompete la cabeza contra los arrecifes
y las piedras,
pero primero, mirá para adentro
y viajá a la realidad más surreal.
Ni vos
ni yo
sabemos nada
de nosotros mismos.
Y el mundo...
Bah, el mundo ké sabe?
Grabé esto una noche de un eclipse y una luna llena
un solsticio de verano.
Y ojalá ke kede inmortalizado.
Al fin de cuenta,
somos un nervio de La Tierra
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