Rapsodia para L. Yasmín

I

También tengo varios agujeros en el pecho
los días de semana
cuando estoy lejos de mi casa
y me recuerdo como
un Huérfano.

A veces imagino el calor de personas ke no están.
Otras veces se me anuda la garganta
cuando kiero pronunciar mil nombres de mujeres
y sólo me sale el de mi mamá...

Te extraño cuando miro una estrella en verano
por la ventana de la habitación ke me toke en suerte,
así como extraño el ruido de los jueves rosarinos
y el olor a tabaco de los bares
o el sonido de los estornudos de sus baños.

Te miro con los ojos cerrados
y te beso cada vez ke apoyo un vaso en mis labios.

También, una vez a la semana,
me desangro cuando leo tus poemas.

(Me gusta verte bailando tango,
pero cada vez ke te saco a bailar
te piso y me siento como un idiota).

Me gusta verte en escena,
pero me siento raro porke te veo
como si no estuvieras conmigo.

Pero hablemos de otra cosa!

II

Los tacos rozan los adokines...
Ké bien ke suenan!
La ginebra toca un Do,
un armónico ke keda colgando en el aire de la noche
cual requiem de un Dandy,
y tu figura ebria
pero glamorosa
me lleva por las calles como kiere.
No soy tu esclavo, pero amo seguir tus pasos!

Me gusta rescatarte de las garras de lo oscuro.
Me gusta ke vayamos, al final,
con nuestras bicis hasta nuestra madriguera.

Hay muchos poemas ke no van a figurar en ningún lado.
(No tienen más uso después de ser tocados por tus ojos).
Este es uno de ellos.